A partir del momento que dije, estoy
nervioso, ustedes disculparán, liberé la tensión que tenía acumulada desde
varios días atrás. Todo iba saliendo como estaba programado, los libros estaban
en mesa de novedades y Ely Guerra había llegado sin ningún contratiempo media
hora antes del inicio. Nos vimos en la puerta de la librería, iba hermosa con
un vestido rojo incendio que tenía reservado para esa ocasión, así me lo dijo
la noche anterior en nuestro último ensayo: creo que es mejor que vaya de rojo,
¿no te parece? Me preguntó y le respondí que de rojo, por supuesto.
A esa hora la
gente, que mayoritariamente se había convocado por medio de las redes sociales,
ya ocupaba casi todo el auditorio de la Rosario Castellanos, desde las 5 de la
tarde habían ido llegando, como se comienzan las guerras, poco a poco. Entre
ellos se mezclaron las seguidoras de Ely, Carmen Adriana Hernández, Charlie
Brown Marlen Alonso, Den Guerra, Nat Geo Vanna, Elyzienta de Guerra y mis
lectores, quienes conocían cada verso de Del
rojo al púrpura mejor que una rosa conoce el filo de sus espinas, ellos
esperaron trece años para volver a abrir sus páginas. Ximena Herrera, Bere Amor
Sánchez, Coral Ávila, Janco Pereira, me dijo que con estos poemas había
enamorado a Rocío Meza, su actual compañera y Pilar Muñoz, muy valiente,
presumió haber aprendido a vivir plenamente su sexualidad, después de terminar
la lectura de los alburemas.
Trece años
pasaron desde su primera edición en editorial Planeta y un año de planear este
momento, de ver cuatro, cinco, siete opciones de la nueva portada, inspiración
de Ana Trejo, que al final resolvió reinventar el diseño original de hojas de
otoño pero con una foto suya, significativa y colorida, una foto de hojas secas
del bosque de La Primavera, orillado y profanado por la mancha urbana de
Guadalajara. Un año para encontrar el nombre de la editorial que abrigaría un
proyecto desmesurado, como suele ser cualquier rescate, hasta que dimos con él:
Enésima.
Algo así fue lo
que les dije a los más de 200 lectores que nos acompañaron a Ely y a mí la
noche del pasado 5 de noviembre en la lectura de Del rojo al púrpura, por enésima vez volveremos a leer estos poemas,
por enésima vez ustedes se preguntarán si todavía existen las sábanas verdes,
por enésima vez la música y la palabra se reunirán en un verso de colores de
infierno. Mientras hablaba, veía los múltiples celulares que grababan cada
momento, cada gesto, cada mala postura, yo les había pedido en Facebook que lo
hicieran, que Ely y yo queríamos ser testigos de nuestra propia lectura. En
primera fila estaba Angelito Heart, que con su iPad iba
devorando imágenes como suspiros.
Ely empezó con “Ya
no me ladran los perros”, su voz sonó potente, melodiosa y serena, me
transmitía la seguridad de sus años en el escenario. Las hojas que leía las
tiraba a sus pies, hasta hacer una sábana de otoño que me revivía la escritura
de aquellos poemas, trazados entre 1995 y 1999, después de haber padecido lo
que Ely respondió en la ronda de preguntas: “el amor duele, el amor también es
maravilloso, el amor es jodido y el amor el fantástico”.
Cuando llegó mi
turno comencé con “Declaración de fe”, “Así de fácil”, “Lo que se llevó tu
adiós”. Volvió Ely con su carga de emociones y enseguida yo con un poema a dos
voces: “El remedio”. Antes de los primeros cuarenta minutos planeados
concluimos con los alburemas y el aire se liberó de tensiones, de llantos
contenidos, de nervio anudado, como mi
corazón, goteando un púrpura infinito.
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Rodolfo Naró, Tequila, Jalisco, 1967. Poeta y
narrador. Del rojo al púrpura, un
clásico de este siglo, vuelve más púrpura que nunca |
www.rodolfonaro.com
2 comentarios:
hola Rodolfo agradezco que nos menciones en tu columna un honor y un privilegio contar con la amistad de un poeta como tu gracias rocio y janco
Gracias a ustedes por acompañarme ese día y seguirme leyendo.
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