Todos tenemos historias que contar, no importa la
profesión ni la procedencia. Historias de la intimidad rutinaria, de los viajes
realizados, de la contemplación del tiempo y sus pequeñas cosas. Por esta
necesidad de nombrar nuestro entorno y de compartirlo nació QWERTY | Taller de
literatura, empezamos en un salón del Café du Soleil en la Narvarte, ahí, cada
martes, desde hace dos años, algunos un poco más, otros un poco menos, nos
reunimos para equilibrar las palabras y afinar los sentimientos. ¿Qué decir?
¿Cómo decirlo? ¿En qué momento de la narración o del verso deslumbraremos a
nuestro lector? Estás claves y otros detalles los convocamos en cada reunión,
entre tazas de café, panes de chocolate de La Esperanza o galletas que se
deshacen en la boca como se desliza la lectura de cada uno de ellos, ante
nuestros ojos. Un capítulo de novela, un pasaje de vida o un poema completan el
menú de cada sesión, en las que también se dejan lecturas, analizamos textos de
libros publicados y completamos la dinámica con el Diálogo con otros escritores,
así, en abril tuvimos la visita de Odette Alonso, después de que el grupo leyó
su libro de cuentos Hotel Pánico. En
esa visita Odette nos contó su proceso creativo, sus puntos de inspiración, su
método de trabajo, nos compartió un poco más de su vida.
Martha
Ortega llegó a QWERTY hace exactamente un
año. Ella estuvo en este mismo auditorio, pero entre el público, escuchando.
Luego de ese día decidió comenzar a escribir. Martha es química farmacéutica
bióloga egresada de la UNAM, por lo que sus textos siempre hablan de neuronas y
cambios hormonales, son ricos en descripciones biológicas de cuando los personajes
se enamoran, se enojan o se entristecen. Actualmente estudia la carrera de
Nutrición Humana en la UAM y su pasión es el alpinismo, motivo por el cual el
año pasado hizo un espacio de tres meses en QWERTY para ir al sur del
continente a escalar el Aconcagua, en la Cordillera de los Andes, 6960 metros
sobre el nivel del mar. Si Martha logró esa hazaña, seguramente podrá con la
escritura de una novela. En QWERTY comenzó a escribir la historia de una chica
que un día decide dejar la ciudad e ir en busca de respuestas, por lo que
regresa a su pueblo donde se reencuentra con Don Juan, un indio medio chaman y
medio hechicero quien a través de traslaciones la llevará a
descubrir el origen del mundo que la rodea, sus miedos y angustias, su soledad,
un espejo en el que muchos nos podemos reflejar.
Iván
Paredes gran lector de poesía y de tangos,
estudió filosofía en la FES Acatlán y desde el 2005 imparte clases en la UNAM,
debe ser un gran profesor porque así como a Martha le apasiona el alpinismo, a
Iván el teatro le quita el sueño, su voz es un portento de histrionismo y
resuena en cada sesión de QWERTY como versos de hierro ante un terciopelo de
silencio. En poemas nos muestra su mundo alucinado, las mujeres que percibe y
persigue, el deseo en una bocanada de palabras.
Víctor
Omar Chávez estudió una maestría en el Instituto
Nacional de Ciencias Penales de la PGR, donde trabaja en el área de
investigación. Por él, en QWERTY hemos conocido términos como “sitio de
investigación”, a donde encuentran un cadáver, en vez de “lugar del crimen”. Si
platica con él es como ver un capítulo de Criminal
minds, leerlo es como vivirlo. Víctor, como su servidor, tiene doble
personalidad, escribe poesía candente, humeante, a veces dolorosa y narrativa;
en QWERTY trabaja, desde hace dos años su primera novela, la historia de un
Scirus, un asesino serial que ronda las calles de la Ciudad de México, un
personaje complejo que se vale del tarot para escoger a sus víctimas, en su
mayoría mujeres, aunque también los arcanos le han dictado ajusticiarse a un
recién nacido. Para un personaje de esas dimensiones Víctor creo a Valente
Román, su alter ego y agente de investigación de la PGR. Escuchemos un capítulo
de su novela.
María
Victoria Olivares fue maestra de
tiempo completo en una primaria de esta ciudad, madre de cuatro hijos y
consentidora abuela de dos nietos, Vicky, como la llamamos todos, llegó a QWERTY
hace año y medio porque quería escribir sus memorias, tanto se aplicó que cada
martes, sin falla, llevaba un capítulo nuevo de su larga vida. Como Vicky
termina todo lo que se propone, hace un par de meses concluyó, escribió 340
folios donde nos narra el devenir de su familia, de su tiempo y sí misma. Cómo
todo escritor escribe para que lo lean, al ver el fin de sus recuerdos en el
papel, Vicky decidió verlo convertido en un libro, me autorizó a ser su editor
y ahora, con orgullo presentamos el adelanto de lo que será Pizas para un autorretrato, el primer
libro de QWERTY | Taller de literatura y Enésima, una editorial que sigue
sumando títulos a su colección. Ahora Vicky nos leerá una pieza de sus
recuerdos.
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QWERTY | Taller de literatura, se lleva a cabo todos los martes. Informes
por Inbox de Facebook o MD de Twitter.
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Foto: de izquierda a derecha,
Iván Paredes, Víctor Omar Chávez, María Victoria Olivares, Martha Ortega y Rodolfo
Naró.
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Rodolfo Naró, Tequila,
Jalisco, 1967. Poeta y narrador. Del rojo
al púrpura, es su libro reciente. @RNaro
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