El orden infinito, mi primera novela, es el cimiento, el árbol narrativo del cual se desprenderán cinco novelas más. La siguiente es Cállate niña, a pesar de que hay más de cincuenta años de distancia histórica entre una y otra. Pues la primera se desarrolla a principios de siglo XX y la segunda a finales del mismo siglo, hay personajes que de alguna manera continúan de una a otra novela.
La bailarina protagonista de Cállate niña es la única hija de Belisario Rojas y éste a su vez es hijo de Justo Rojas, comandante revolucionario e hijo de don Belisario Rojas, presidente municipal de Analco, personaje clave en El orden infinito. A continuación dos fragmentos de El orden infinito, capítulo 13, página 235. “Justo, que se convertiría en un temido jefe cristero perseguido hasta la vejez por sus crímenes de guerra, apenas conocería a su único descendiente, el hijo que años después tendría con una guerrillera cubana y que respondería al nombre de su padre: Belisario Rojas”.
Segundo fragmento de El orden infinito, capítulo 14, páginas 264 y 265. “Otro de los sobrevivientes fue Justo Rojas, que huyó a España y también hizo suya a la Guerra Civil. Años más tarde regresaría para convertirse en un guerrillero incansable por todo el continente. Su nombre sería bandera liberal de muchas batallas y la muerte lo encontraría dormido, en su catre de campaña, en la Sierra Maestra, cuando comandaba un grupo de revolucionarios barbudos.
Sin embargo, las dos novelas pueden leerse por separado sin problema.
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