Le digo que entre. De nuevo lo invito a pasar, pero él se queda atrás de la ventana, apoyado en la cornisa, sube y baja por la pared. Apenas se asoma un poco y moja las cortinas. Las hojas de las plantas parece que reviven al sentirlo, tiemblan. En esta época es tímido aún al mediodía. Es soñador, se deja llevar por el viento. Abro de par en par las ventanas, lo miro a lo lejos y le digo anda, llega. Él se cobija con las nubes y al fin dice no. No entro, en tu casa hace mucho frío.jueves, 9 de febrero de 2012
Diario medular | Sol de invierno
Le digo que entre. De nuevo lo invito a pasar, pero él se queda atrás de la ventana, apoyado en la cornisa, sube y baja por la pared. Apenas se asoma un poco y moja las cortinas. Las hojas de las plantas parece que reviven al sentirlo, tiemblan. En esta época es tímido aún al mediodía. Es soñador, se deja llevar por el viento. Abro de par en par las ventanas, lo miro a lo lejos y le digo anda, llega. Él se cobija con las nubes y al fin dice no. No entro, en tu casa hace mucho frío.
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