Nombrar un
libro puede ser una de las etapas más difíciles del proceso de la edición, lo
supe cuando estaba a punto de firmar contrato con Planeta en abril del 2000. En
ese entonces todavía tenía viva la presencia de Elías Nandino y su libro Erotismo al rojo blanco, por lo que
sabía que mi antología debía de tener un destello de fuerza, debía de tener
color.
La firma de
ese contrato la celebré con Liliana Saldaña, actriz de teatro alemán, que pocos
meses antes había interpretado a la Malinche, de Víctor Hugo Rascón Banda,
desnuda en el escenario con una boa enredada en el cuello. Cenamos en Bellini,
el restaurante que corona el WTC. Mientras miraba sus ojos, sus labios
encendidos y girábamos sobre una ciudad tendida de luces; mientras descubría la
inmensidad de su alma, recordé los poemas que esperaban nombre definitivo sobre
el escritorio de mi editor y noté cómo iban subiendo de tono hasta terminar hablando
casi de sexo explícito. Mientras seguía conversando con Liliana y miraba el
Valle de México tendido a sus pies de emperatriz,
encontré el destello que buscaba, el cual poco a poco se iba dibujando en la cadencia
de sus palabras y mis emociones que también iban del rojo al púrpura.
(Continuará)
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Rodolfo Naró, Tequila, Jalisco, 1967. Poeta y
narrador. Del rojo al púrpura, un
clásico de este siglo, vuelve más púrpura que nunca | www.rodolfonaro.com
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